Dentro de unos días, el próximo domino 26 de Noviembre, la Iglesia Universal celebrará el fin del año litúrgico con la solemnidad de Cristo Rey del Universo. Se cierra el año litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.
Y en Santa Cruz acudiremos con alegría a este final de ciclo y comienzo inminente del Tiempo de Adviento con la celebración de la Eucaristía estrenando una mesa de altar que se ha preparado para continuar con las tareas de embellecimiento del presbiterio.
La mesa, de madera pintada con colores dorados e imitaciones a piedra de mármol, consta de cuatro columnas y acoge sobre peana dorada la sagrada reliquia de Santa Ángela de la Cruz que posee la parroquia. En la base del altar puede leerse la inscripción "Yo soy el pan de la Vida que ha bajado del cielo".
La mesa, de madera pintada con colores dorados e imitaciones a piedra de mármol, consta de cuatro columnas y acoge sobre peana dorada la sagrada reliquia de Santa Ángela de la Cruz que posee la parroquia. En la base del altar puede leerse la inscripción "Yo soy el pan de la Vida que ha bajado del cielo".
Debemos prestar atención a la importancia de este estreno pues según la Ordenación General del Misal Romano, "al comienzo de la Liturgia eucarística se llevan al altar los dones que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. En primer lugar se prepara el altar o mesa del Señor, que es el centro de toda la Liturgia de la Eucaristía, y entonces se colocan sobre él el corporal, el purificador, el misal y el cáliz que puede prepararse en la credencia”.
"Al altar del Señor vamos con amor
a entregar al Señor lo que Él nos dio".
